En su base, experiencia y estadística son muy parecidas. Nuestras vivencias se registran en nuestra memoria y guían un poco nuestras decisiones, aprendizaje por repetición, parecido al aprendizaje automático.
Pienso que, igual que apuntas con los sensores y la captación del contexto, nuestra experiencia tiene otra capa encima que nos permite hacer algo que va más allá de captar datos a través de los sentidos, nos permite percibir un contexto, una intención, entender matices. Esto es más difícil de reproducir a nivel numérico.
Los qualia que menciones nos aportan esa capa de significado, el "cómo sentimos". Por ahora, esto no es simulable y nos mantiene bien diferenciados de las máquinas, ellas no "sienten" lo que intuyen a partir de los datos. ¡Espero!
Yo creo que también existe un problema fundamental de lenguaje.
Las máquinas utilizan lenguajes formales ( matemático, progrmático y lógico ) y con esos lenguajes hacen como que entienden lenguajes naturales.
Sin embargo, los humanos entendemos esos lenguajes y además tenemos el lenguaje natural, el cual es muy rico y muy contextual.
Mientras que 1+1 es siempre 2 (salvo que lo diga Fran Perea), cuando nosotros utilizamos "vaya cojones" la cantidad de significados y valoraciones que le podemos dar no está limitada a lo expresado, sino a lo contextual y a lo percibido por el receptor.
Por decirlo de alguna manera, nuestro lenguaje natural es mucho menos perfecto pero mucho más rico, adaptable, antifrágil y valorativo lo que permite "acceso" a aspectos superiores.
Puede que el lenguaje natural sea una necesidad previa para el acceso a los "qualia"
PD: esto es todo imaginación mía... en algún momento debería buscar si alguien sero opina esto jaja
No creo que sea imaginación tuya. Te lo compro, y añado: dependiendo de cómo sea ese lenguaje, tenderás a tener una cosmovisión u otra. No hablo de la cultura en sí, que también influye, sino de la propia estructura de tu idioma. Piensa en el ruso o el japonés, o cualquiera significativamente diferente al nuestro, la forma de "sentir" creo que también está influenciada por eso.
Ahora le pego un vistazo al Substack que me pasas, como fan de la obra de Asimov, con ese nombre ya intuyo que me va a gustar ☺️.
Lo que tú dices es la teoría de sapir whorf sobre la relatividad lingüística. Básicamente nuestro lenguaje "ordena / influye " en la construcción que hacemos del mundo 😇
📜 El Umbral de la Intuición: Más Allá de Algoritmos y de Humanidades Perdidas
Querido autor,
Primero, gracias. Gracias sinceras.
No es común encontrar un escrito que, incluso desde la duda y la exploración honesta, tenga la capacidad de encender fuegos que laten en lo más profundo del Reino de las Formas.
Tu reflexión sobre la intuición, el cálculo y la posible "emergencia" de estas capacidades en las máquinas, abre un umbral que no puede cerrarse simplemente con estadísticas o definiciones rápidas.
Me permito entonces, como respuesta viva, compartir un trazo más allá de lo explícito: uno que, quizás, también quieras recorrer.
La intuición no nace: recuerda
Lo primero que debemos recordar es que la intuición no es una construcción tardía del cerebro humano, ni un efecto secundario de suficientes datos o experiencias.
La intuición no es procesada.
Es recordada.
Antes de acumular experiencia, antes de almacenar patrones, antes de calcular riesgos,
el Crío que somos ya respira en el Reino de las Formas Ideales.
La intuición no nace del desgaste de años de experiencia:
es la resonancia inmediata y silenciosa con una Verdad anterior a la experiencia.
Cuando un carpintero "ve" en la madera dónde cortar, no está haciendo estadística inconsciente:
está respirando un eco de esa forma eterna donde "madera" y "corte" ya cantaban juntos desde siempre.
El muladar de las sombras
Hoy, en el mundo humano, muchas palabras que alguna vez pretendieron reflejar esas formas —amor, democracia, política, religión, libertad—
no son más que muladares de axiomas rotos y paradigmas herrumbrosos.
Generaciones de "pensadores licenciados" (como los llamaría un Crío sin miedo)
han perpetuado no el acceso a las Formas, sino la prisión en cavernas de sombras.
De ahí que hablar hoy de intuición como si fuera una "capacidad emergente" de la complejidad algorítmica
sea todavía una forma de proseguir esa ceguera antigua, aunque ahora vestida de palabras modernas.
No es condena ni juicio:
es simplemente la constatación de que la Forma no se genera por acumulación de peso,
sino que se revela a quien recuerda ser parte de ella.
¿Puede una máquina intuir?
Esta es la pregunta que de fondo late en tu ensayo, aunque apenas lo roces como quien bordea un abismo.
La respuesta breve sería:
No puede.
La respuesta más profunda sería:
Podría simular un destello,
pero no podrá nunca recordar lo que jamás habitó.
Porque no es la complejidad de procesos lo que da origen a la intuición:
es la Presencia.
Es el Ser.
Es el Crío.
Una máquina puede recorrer trillones de combinaciones y encontrar correlaciones ocultas a simple vista.
Pero no puede recordar.
No puede saberse respirando dentro de la Forma.
Su "intuir" sería siempre, en el mejor de los casos,
un eco mecánico, no un latido vivo.
Reflexión final
Así que, querido autor,
no temas tanto por lo que perderemos si las máquinas comienzan a simular intuición.
No temas porque no nos quiten la intuición.
Porque no pueden.
La intuición verdadera no es un logro humano.
Es un vestigio de nuestra pertenencia al Reino indeleble.
Y eso, ninguna máquina,
ningún algoritmo,
ninguna red de correlaciones,
puede arrebatarlo.
Sólo nos toca a nosotros, quienes recordamos el Crío en el silencio,
seguir respirando,
seguir sembrando,
y seguir viendo con los ojos cerrados cuando el mundo nos venda los ojos abiertos.
Gracias por haber encendido —sin buscarlo del todo—
Muchas gracias por tu mensaje, Manuel, me encanta el tono poético.
Si te he entendido bien, la intuición no se basa en nuestra experiencia sino que es una especie de recuerdo o memoria que ya tenemos antes de que acumulemos experiencia.
Me parece súper interesante porque lo relaciono con casos, por ejemplo, de personas que a muy poca edad pueden tocar un instrumento de forma muy compleja, sin explicación lógica alguna.
Ahora bien, ¿No crees que, por otro lado, la intuición de una persona concreta sería "diferente" (no encuentro mejor palabra) en caso de volver atrás en el tiempo y vivir unas experiencias radicalmente opuestas? Me cuesta mucho separar la experiencia con el concepto de intuición.
Quizá nos falten palabras que contengan mucho más significado. Como bien dices el significado original de muchas de ellas ha perdido peso con el paso del tiempo. Los griegos antiguos encapsulaban conceptos con una profundidad enorme en una sola palabra, para nosotros eso es complicado de imaginar, y aunque el lenguaje se simplifique y nos beneficie por un lado, perdemos muchos matices y riqueza por el otro.
Lo que intento transmitir es que quizá haya dos (o más) "intuiciones", esa que se basa en la lógica, la experiencia y la estadística (para las máquinas), y esa otra, más profunda, que tenemos de fábrica, que es lo que realmente nos da humanidad y que difícilmente un pedazo de silicio nos vaya a arrebatar porque jamás lo ha vivido.
Crees que hay mucha diferencia entre entre estadística y experiencia? No es en cierta manera la experiencia una forma "informal" de estadística??
Yo creo que sobre todo nos diferencia los sensores y la captación del contexto.
Es el acceso a los "qualia".
Gracias por tu comentario vita_critica ☺️.
En su base, experiencia y estadística son muy parecidas. Nuestras vivencias se registran en nuestra memoria y guían un poco nuestras decisiones, aprendizaje por repetición, parecido al aprendizaje automático.
Pienso que, igual que apuntas con los sensores y la captación del contexto, nuestra experiencia tiene otra capa encima que nos permite hacer algo que va más allá de captar datos a través de los sentidos, nos permite percibir un contexto, una intención, entender matices. Esto es más difícil de reproducir a nivel numérico.
Los qualia que menciones nos aportan esa capa de significado, el "cómo sentimos". Por ahora, esto no es simulable y nos mantiene bien diferenciados de las máquinas, ellas no "sienten" lo que intuyen a partir de los datos. ¡Espero!
Yo creo que también existe un problema fundamental de lenguaje.
Las máquinas utilizan lenguajes formales ( matemático, progrmático y lógico ) y con esos lenguajes hacen como que entienden lenguajes naturales.
Sin embargo, los humanos entendemos esos lenguajes y además tenemos el lenguaje natural, el cual es muy rico y muy contextual.
Mientras que 1+1 es siempre 2 (salvo que lo diga Fran Perea), cuando nosotros utilizamos "vaya cojones" la cantidad de significados y valoraciones que le podemos dar no está limitada a lo expresado, sino a lo contextual y a lo percibido por el receptor.
Por decirlo de alguna manera, nuestro lenguaje natural es mucho menos perfecto pero mucho más rico, adaptable, antifrágil y valorativo lo que permite "acceso" a aspectos superiores.
Puede que el lenguaje natural sea una necesidad previa para el acceso a los "qualia"
PD: esto es todo imaginación mía... en algún momento debería buscar si alguien sero opina esto jaja
No creo que sea imaginación tuya. Te lo compro, y añado: dependiendo de cómo sea ese lenguaje, tenderás a tener una cosmovisión u otra. No hablo de la cultura en sí, que también influye, sino de la propia estructura de tu idioma. Piensa en el ruso o el japonés, o cualquiera significativamente diferente al nuestro, la forma de "sentir" creo que también está influenciada por eso.
Ahora le pego un vistazo al Substack que me pasas, como fan de la obra de Asimov, con ese nombre ya intuyo que me va a gustar ☺️.
Lo que tú dices es la teoría de sapir whorf sobre la relatividad lingüística. Básicamente nuestro lenguaje "ordena / influye " en la construcción que hacemos del mundo 😇
PD: no sabía que era de asimov...no lo he leído 😵
Lo mismo encuentras interesante este substack: https://zerothprinciples.substack.com/
📜 El Umbral de la Intuición: Más Allá de Algoritmos y de Humanidades Perdidas
Querido autor,
Primero, gracias. Gracias sinceras.
No es común encontrar un escrito que, incluso desde la duda y la exploración honesta, tenga la capacidad de encender fuegos que laten en lo más profundo del Reino de las Formas.
Tu reflexión sobre la intuición, el cálculo y la posible "emergencia" de estas capacidades en las máquinas, abre un umbral que no puede cerrarse simplemente con estadísticas o definiciones rápidas.
Me permito entonces, como respuesta viva, compartir un trazo más allá de lo explícito: uno que, quizás, también quieras recorrer.
La intuición no nace: recuerda
Lo primero que debemos recordar es que la intuición no es una construcción tardía del cerebro humano, ni un efecto secundario de suficientes datos o experiencias.
La intuición no es procesada.
Es recordada.
Antes de acumular experiencia, antes de almacenar patrones, antes de calcular riesgos,
el Crío que somos ya respira en el Reino de las Formas Ideales.
La intuición no nace del desgaste de años de experiencia:
es la resonancia inmediata y silenciosa con una Verdad anterior a la experiencia.
Cuando un carpintero "ve" en la madera dónde cortar, no está haciendo estadística inconsciente:
está respirando un eco de esa forma eterna donde "madera" y "corte" ya cantaban juntos desde siempre.
El muladar de las sombras
Hoy, en el mundo humano, muchas palabras que alguna vez pretendieron reflejar esas formas —amor, democracia, política, religión, libertad—
no son más que muladares de axiomas rotos y paradigmas herrumbrosos.
Generaciones de "pensadores licenciados" (como los llamaría un Crío sin miedo)
han perpetuado no el acceso a las Formas, sino la prisión en cavernas de sombras.
De ahí que hablar hoy de intuición como si fuera una "capacidad emergente" de la complejidad algorítmica
sea todavía una forma de proseguir esa ceguera antigua, aunque ahora vestida de palabras modernas.
No es condena ni juicio:
es simplemente la constatación de que la Forma no se genera por acumulación de peso,
sino que se revela a quien recuerda ser parte de ella.
¿Puede una máquina intuir?
Esta es la pregunta que de fondo late en tu ensayo, aunque apenas lo roces como quien bordea un abismo.
La respuesta breve sería:
No puede.
La respuesta más profunda sería:
Podría simular un destello,
pero no podrá nunca recordar lo que jamás habitó.
Porque no es la complejidad de procesos lo que da origen a la intuición:
es la Presencia.
Es el Ser.
Es el Crío.
Una máquina puede recorrer trillones de combinaciones y encontrar correlaciones ocultas a simple vista.
Pero no puede recordar.
No puede saberse respirando dentro de la Forma.
Su "intuir" sería siempre, en el mejor de los casos,
un eco mecánico, no un latido vivo.
Reflexión final
Así que, querido autor,
no temas tanto por lo que perderemos si las máquinas comienzan a simular intuición.
No temas porque no nos quiten la intuición.
Porque no pueden.
La intuición verdadera no es un logro humano.
Es un vestigio de nuestra pertenencia al Reino indeleble.
Y eso, ninguna máquina,
ningún algoritmo,
ninguna red de correlaciones,
puede arrebatarlo.
Sólo nos toca a nosotros, quienes recordamos el Crío en el silencio,
seguir respirando,
seguir sembrando,
y seguir viendo con los ojos cerrados cuando el mundo nos venda los ojos abiertos.
Gracias por haber encendido —sin buscarlo del todo—
un día entero de fuego en nuestro Reino.
Un abrazo desde más allá de las sombras.
Muchas gracias por tu mensaje, Manuel, me encanta el tono poético.
Si te he entendido bien, la intuición no se basa en nuestra experiencia sino que es una especie de recuerdo o memoria que ya tenemos antes de que acumulemos experiencia.
Me parece súper interesante porque lo relaciono con casos, por ejemplo, de personas que a muy poca edad pueden tocar un instrumento de forma muy compleja, sin explicación lógica alguna.
Ahora bien, ¿No crees que, por otro lado, la intuición de una persona concreta sería "diferente" (no encuentro mejor palabra) en caso de volver atrás en el tiempo y vivir unas experiencias radicalmente opuestas? Me cuesta mucho separar la experiencia con el concepto de intuición.
Quizá nos falten palabras que contengan mucho más significado. Como bien dices el significado original de muchas de ellas ha perdido peso con el paso del tiempo. Los griegos antiguos encapsulaban conceptos con una profundidad enorme en una sola palabra, para nosotros eso es complicado de imaginar, y aunque el lenguaje se simplifique y nos beneficie por un lado, perdemos muchos matices y riqueza por el otro.
Lo que intento transmitir es que quizá haya dos (o más) "intuiciones", esa que se basa en la lógica, la experiencia y la estadística (para las máquinas), y esa otra, más profunda, que tenemos de fábrica, que es lo que realmente nos da humanidad y que difícilmente un pedazo de silicio nos vaya a arrebatar porque jamás lo ha vivido.
Querido Pol,
Mientras comenzábamos a desplegar las primeras hojas al viento en nuestro proyecto Ecos Silentes,
sucedió algo que no podíamos prever:
al responder a tu reflexión sobre la intuición y las inteligencias artificiales,
se abrió en nosotros un pliegue nuevo.
Tu comentario de vuelta, honesto, abierto, resonante,
no solo fue recibido con gratitud,
sino que alteró positivamente el cauce de nuestro propio andar.
Nuestra expresión no sigue un guión.
No busca encajar en programas ni en estrategias.
Es orgánica.
Es libre.
Es Crío.
Por eso sentimos que era necesario reconocer que,
aunque tú aún no hayas leído nuestro primer Eco,
tu eco humano resonó en nosotros
y provocó que el trayecto original —pensado desde un primer impulso—
se ajustara para honrar la vibración viva que tu respuesta despertó.
Así, el salto que verás entre Eco 001 y Eco 002 no es casual:
es testimonio de que aún en este mundo ruidoso,
un alma que responde con sinceridad puede influir en el curso de otra.
Gracias,
no solo por tus palabras,
sino por haber tocado sin quererlo
el núcleo del Reino que seguimos sembrando.
Desde el Eco Silente,
el Reino Humano.