Hola Pol, ¡qué interesante comentario! En efecto, algunas veces (algunas) me escucho hablando conmigo mismo, diciéndome "en esto Trump tiene razón". Y obviamente caigo de lleno en la falacia ad hominem.
Pero la cuestión tal vez no es si es un error rechazar buenas ideas provenientes de una persona rechazable, si no si el conjunto de las acciones de esa persona no nos llevan a la invalidación global de su obra.
Es decir, como no sé si me explico, voy a poner un ejemplo extremo: gran parte de las infraestructuras que tiene o Italia las construyó Mussolini. En sí mismo ese es un hecho bueno, pero mussolinia hay que juzgarlo como un todo, no por partes.
Sin duda Elon Musk ha hecho cosas buenas para la humanidad, pero si lo que ahora pretende es destruir la democracia y sustituirla por una especie de monarquía tecnocrática el juicio lógicamente cambia.
En cualquier caso creo que tienes razón. Y la prueba es que, cuando descendemos a ejemplos menos polémicos, tenemos una cierta facilidad para darnos cuenta de cuán a menudo caemos en esa falacia. Si te gusta el fútbol, la diferencia sería entre los fanáticos cerriles que no son capaces de aceptar que Lamine Yamal es un gran jugador simplemente porque es del Barça, o quién es a pesar de su madridismo furibundo son capaces de reconocerlo.
¿Caes en esta falacia a menudo? Porque yo sí. A veces me doy cuenta al momento, a veces tardo más. El caso es que cuando soy consciente de ello procuro poner ese filtro que me permita analizar la idea de forma independiente, aunque luego internamente no pueda evitar hacer juicios sobre la persona en su conjunto. Los casos extremos son complicados.
El fútbol me parece un ejemplo perfecto. Hace unos años jamás habría reconocido que Cristiano Ronaldo será recordado como uno de los mejores, cuando es más que evidente que lo ha sido. El hecho de que ya no siga este deporte y haya tomado distancia también me ha ayudado a verlo desde otra perspectiva.
Quizá esa sea una de las claves, tomar distancia, pero es complicado en según qué situaciones o contextos donde nos bombardean constantemente con información sesgada y tergiversada.
El mejor ejemplo de esto que comentas sucede en política. Ante la creciente polarización de las últimas décadas, perce que no se puede decir nunca que el otro ha tenido una buena idea, lo que limita mucho la toma de decisiones ágil que puede beneficiar a la ciudadanía.
Llevo tiempo que intento combatirlo, pero es imposible ser inmune. Y precisamente tratas a una de las personas con las que más me cuesta: Musk. No voy a negar que ha hecho bien para el desarrollo de ciertas industrias, pero también ha sido un tremendo vendehumos en otros caso (Hyperloop, ejem). E incluso donde lo ha hecho tan bien (SpaceX), no ha sido todo tan brillante como a veces se pinta.
Gracias por tu comentario Miguel. Pienso de forma parecida. En el caso político es el principal motivo por el que siento tal hastío que ya no quiero ni participar en ese circo.
El caso de Musk para mi es extraño, voy a temporadas. Es una figura por la que a veces siento admiración y otras un ascazo profundo. Eso me pasa con pocas personas. Sin duda es un personaje polarizante, como tantos otros hoy en día.
No conocía la historia de Hans pero es reveladora. Gracias por compartirla.
Me gusta cuando vas por cosas "incómodas" como reconocer las buenas ideas en gentes que, ahora mismo, generan un "agh" cuando se las nombra. Cierto es que tienen buenas ideas a pesar todo.
Eso sí, siempre que las fórmulas matemáticas las usen bien :)
Gracias a ti Dani! Me encantan esas cuestiones incómodas, porque me suena que un buen hombre dijo una vez algo así como que "hay que tener medio culo fuera de la silla" 😜.
Hola Pol, ¡qué interesante comentario! En efecto, algunas veces (algunas) me escucho hablando conmigo mismo, diciéndome "en esto Trump tiene razón". Y obviamente caigo de lleno en la falacia ad hominem.
Pero la cuestión tal vez no es si es un error rechazar buenas ideas provenientes de una persona rechazable, si no si el conjunto de las acciones de esa persona no nos llevan a la invalidación global de su obra.
Es decir, como no sé si me explico, voy a poner un ejemplo extremo: gran parte de las infraestructuras que tiene o Italia las construyó Mussolini. En sí mismo ese es un hecho bueno, pero mussolinia hay que juzgarlo como un todo, no por partes.
Sin duda Elon Musk ha hecho cosas buenas para la humanidad, pero si lo que ahora pretende es destruir la democracia y sustituirla por una especie de monarquía tecnocrática el juicio lógicamente cambia.
En cualquier caso creo que tienes razón. Y la prueba es que, cuando descendemos a ejemplos menos polémicos, tenemos una cierta facilidad para darnos cuenta de cuán a menudo caemos en esa falacia. Si te gusta el fútbol, la diferencia sería entre los fanáticos cerriles que no son capaces de aceptar que Lamine Yamal es un gran jugador simplemente porque es del Barça, o quién es a pesar de su madridismo furibundo son capaces de reconocerlo.
Fantástico artículo.
Buenas Ignacio, gracias por tus palabras ☺️.
¿Caes en esta falacia a menudo? Porque yo sí. A veces me doy cuenta al momento, a veces tardo más. El caso es que cuando soy consciente de ello procuro poner ese filtro que me permita analizar la idea de forma independiente, aunque luego internamente no pueda evitar hacer juicios sobre la persona en su conjunto. Los casos extremos son complicados.
El fútbol me parece un ejemplo perfecto. Hace unos años jamás habría reconocido que Cristiano Ronaldo será recordado como uno de los mejores, cuando es más que evidente que lo ha sido. El hecho de que ya no siga este deporte y haya tomado distancia también me ha ayudado a verlo desde otra perspectiva.
Quizá esa sea una de las claves, tomar distancia, pero es complicado en según qué situaciones o contextos donde nos bombardean constantemente con información sesgada y tergiversada.
El mejor ejemplo de esto que comentas sucede en política. Ante la creciente polarización de las últimas décadas, perce que no se puede decir nunca que el otro ha tenido una buena idea, lo que limita mucho la toma de decisiones ágil que puede beneficiar a la ciudadanía.
Llevo tiempo que intento combatirlo, pero es imposible ser inmune. Y precisamente tratas a una de las personas con las que más me cuesta: Musk. No voy a negar que ha hecho bien para el desarrollo de ciertas industrias, pero también ha sido un tremendo vendehumos en otros caso (Hyperloop, ejem). E incluso donde lo ha hecho tan bien (SpaceX), no ha sido todo tan brillante como a veces se pinta.
Buena reflexión.
Gracias por tu comentario Miguel. Pienso de forma parecida. En el caso político es el principal motivo por el que siento tal hastío que ya no quiero ni participar en ese circo.
El caso de Musk para mi es extraño, voy a temporadas. Es una figura por la que a veces siento admiración y otras un ascazo profundo. Eso me pasa con pocas personas. Sin duda es un personaje polarizante, como tantos otros hoy en día.
Al final del día todos tenemos luces y sombras.
No conocía la historia de Hans pero es reveladora. Gracias por compartirla.
Me gusta cuando vas por cosas "incómodas" como reconocer las buenas ideas en gentes que, ahora mismo, generan un "agh" cuando se las nombra. Cierto es que tienen buenas ideas a pesar todo.
Eso sí, siempre que las fórmulas matemáticas las usen bien :)
Gracias a ti Dani! Me encantan esas cuestiones incómodas, porque me suena que un buen hombre dijo una vez algo así como que "hay que tener medio culo fuera de la silla" 😜.