FdA #67 - Innovación en tiempos de incertidumbre: abrazando lo desconocido
Sobre cómo el emprendimiento no es solo negocios, sino un camino para descubrir y ampliar tus límites personales.
"La estrategia de los descubridores y emprendedores es confiar menos en la planificación de arriba abajo y centrarse al máximo en reconocer las oportunidades cuando aparecen" - Nassim Nicholas Taleb
En esta cita, Taleb resalta la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptación en el emprendimiento, en lugar de depender excesivamente de planes rígidos. Los períodos de incertidumbre, aunque desafiantes, pueden ser terreno fértil para el emprendimiento.
El valor de hacer
Nuestra lengua cambia. Algunos dirán que se empobrece con el tiempo.
En latín podíamos expresar deseos de forma más precisa, era una lengua ideal para la retórica y la poesía por su flexibilidad gramatical. Se podían expresar ideas con menos palabras.
En español hemos perdido buena parte de la capacidad de manipulación estilística.
Si comparamos el latín con el griego antiguo pasa algo similar, aunque divergen de forma más notable. El sistema verbal del segundo era mucho más complejo, con más modos y tiempos. Podemos ver palabras con la misma raíz, pero sus significados suelen ser diferentes.
Algunas palabras del griego antiguo podían encapsular conceptos, emociones o aspectos culturales específicos que no son traducibles (no al menos sin perder matices). Por ejemplo, Eudaimonía: Una posible traducción literal sería algo como “bienestar y plenitud”, pero tiene mucho más significado detrás, imposible de plasmarlo mínimamente en menos de un párrafo de varias líneas.
Ahora bien, en español hemos ganado claridad al tener una gramática más sencilla. El aprendizaje se facilita y se hace más accesible. Nuestra lengua también acepta de forma más o menos permisiva palabras originales de otras lenguas, lo que, de algún modo, la enriquece.
Al menos es una lengua viva. ¡Chupaos esa, latín y griego antiguo!
Tenemos un vocabulario más amplio. No quiero pensar que la lengua se ha empobrecido, simplemente ha cambiado la forma de expresar ideas. Ha perdido matices, sí, pero ha ganado adaptabilidad al paso del tiempo. Eso permite que se enfrente mejor a la incertidumbre.
¿Te suena la palabra “colaborar”? Proviene del latín “collaborare”, se forma a partir de la preposición “Cum” (junto a) y el verbo “Laborare” (trabajar).
¿Y “sinergia“ te suena? Proviene del griego antiguo “synergía”, se forma a partir del prefijo “syn” (junto a) y del sustantivo “ergon” (trabajo).
Esto es lo que me ha propuesto
hace poco. La idea es intercambiar cartas, posts, ideas al fin y al cabo. Escribe en y en su artículo Innovación en tiempos en los que una máquina innova por ti me lanza un guante amistoso, con varias reflexiones muy interesantes con las que abrir varios melones, así que lo recojo encantado. Te animo a leerlo, no te arrepentirás.Incertidumbre en el emprendimiento
Empezar un nuevo negocio es algo de valientes. Sobre todo en un país como España, donde la elevada carga fiscal, junto a barreras burocráticas sumado a un pobre apoyo institucional desincentiva muchas iniciativas. Por eso admiro a todos los que deciden arriesgar sus ahorros en tamaña aventura, confiando en su visión y en su capacidad para enfrentar la incertidumbre.
Luego, la minoría que consigue sacar adelante sus negocios tiene muchas dificultades para hacerlos crecer. Nuestras empresas son mucho más pequeñas en número de trabajadores que la media europea, ese es uno de los muchos motivos por los que tenemos salarios más bajos.
La batalla no es únicamente con la incertidumbre, también contra la presión social: si fallas se te verá como a un fracasado, tu reputación se resentirá. Si triunfas “demasiado” los envidiosos te van a criticar, no suele gustar que alguien genere mucho dinero.
Ante este panorama, veo hasta cierto punto normal que se prefiera intentar obtener una plaza de funcionario antes que crear un negocio.
Esa es la parte de nuestra cultura que más detesto. Pero ojo, que en contraposición también tenemos cosas muy buenas.
No nos gusta la incertidumbre, pero tengo la sensación de que nuestra cultura nos hace destacar positivamente en el corto plazo ante escenarios inciertos: sabemos improvisar muy bien y tenemos poca aversión al riesgo en lo práctico. Insisto: en el corto plazo. En el largo plazo necesitamos planificación y estructura, instituciones sólidas y ser más cautelosos. De eso no vamos tan sobrados.
En los últimos años, nos hemos visto arrollados por muchas novedades tecnológicas que pueden hacer cambiar a mejor muchos aspectos del emprendimiento. Me refiero a todas las puertas que la Inteligencia Artificial nos abre.
Disponemos de herramientas para crear prototipos en minutos, analizar mercados en tiempo real, redactar contenidos, etc. Muchas opciones para ahorrar tiempo y esfuerzo, pero si automatizamos demasiado tareas creativas vamos a perder músculo en ese sentido.
Ante escenarios peliagudos la creatividad tiende a acentuarse. La IA tiene el potencial de ayudarnos pero también existe el riesgo de que atenúe nuestra creatividad si pretendemos que nos dé la solución a todos nuestros problemas sin poner esfuerzo de nuestra parte.
Del mismo modo que no podemos esperar que varios algoritmos arreglen nuestros problemas, tampoco deberíamos tener la expectativa de que el Estado solucione nuestra vida presente y futura.
Es necesario adaptar nuestra mentalidad ante esta nueva realidad.
Activa el venazo emprendedor
¿Qué es exactamente el emprendimiento? Yo relacionaba esta palabra con crear una empresa, con el mundo laboral en general. Gracias a ti,
, me he dado cuenta de que esta es una visión muy limitada de su significado real.La palabra “emprender” proviene del latín “imprehendere” formada por el prefijo “in” (hacia) y el verbo “prehendere” (coger). Esta palabra ha sufrido una evolución semántica adquiriendo el significado “iniciar algo”. Se asocia al comienzo de proyectos o tareas que implican esfuerzo y determinación.
Emprender tiene un significado muy extenso, no se limita a los negocios. Cuando decides ampliar tus conocimientos e iniciar una formación, cuando decides leer para enriquecer tu humanismo, cuando decides aprender a tocar un nuevo instrumento, adquirir una nueva habilidad… En todos los casos estás emprendiendo.
Con lo anterior asimilado, solo puedo decir una cosa: ¡emprende! Aprender algo nuevo es un proceso que implica cierta incomodidad, puede ser difícil, desafiante, pero la recompensa posterior al logro hace que merezca la pena. Te acabas enamorando del proceso. Solo tienes que experimentarlo una vez para tener claro que cuando empiezas, ya no paras.
Resulta que llevo años emprendiendo. Nunca lo hubiese dicho.
¿Qué es lo que hace que algunas personas “hagan cosas” mientras otras solo vean la vida pasar? Quizá eso no suceda, quizá solo sea cuestión de perspectiva.
La prosperidad solo llega si emprendes y el motor del emprendimiento es la curiosidad. Por eso, el primer paso es cultivar el ingrediente principal.
Pienso que puedes aumentar tu curiosidad si modificas un poco tu entorno e introduces nuevas experiencias, ya sea visitar nuevos lugares o apuntarte a actividades que te permitan interactuar con personas diferentes a ti. También puedes ver o escuchar entrevistas, podcasts o leer, y si no te gusta recuerda eso de “lee lo que más te guste hasta que te guste leer”.
Hazte preguntas, incluso sobre temas que creas conocer a fondo. Desafía el status quo, no des nada por supuesto. Sé un eterno aprendiz. Pronto encontrarás la forma de conectar muchas de estas novedades con temas que ya te apasionan. Ahora que se acerca un nuevo año, puede ser momento de ponerte un propósito, un reto o un objetivo que te impulse a llevar a cabo algo nuevo.
Exponte. Solo si haces cosas, suceden cosas.
Conclusión: abraza la incertidumbre
Si alguna vez has practicado el baño en agua helada, la ducha fría o algo similar, estarás de acuerdo conmigo en que la aceptación es el paso clave para sobrellevarlo. Y si no lo has hecho nunca, puedes probar: métete bajo una ducha de agua fría (no fría del todo, animal, un nivel que puedas soportar). Tiene que ser incómodo, pero soportable. En ese momento, acepta las sensaciones.
Pasa lo mismo con la incertidumbre: la aceptación es la clave para sobrellevarla. Es incómoda, pero todos podemos gestionarla.
Las experiencias que nos someten a un cierto nivel de estrés puntual nos hacen mejores. Desconozco cuál es mi propósito, pero sé que abrazar la incertidumbre es parte del camino para encontrarlo.
Por ahora, te lanzo otra pregunta,
: ¿Hay alguna situación en el que no toleres la incertidumbre?Mi confesión es que me cuesta dar lugar a la improvisación, me gusta tenerlo todo planeado (los viajes, por ejemplo), por eso cuando surgen imprevistos puedo pasarlo mal. Sigo trabajando para dejar de ser un control freak.
Animo a la reflexión y a preguntarse en qué áreas de nuestra vida estamos evitando la incertidumbre, y en qué pasos podemos dar hoy para mejorar nuestra relación con ella mañana.
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Cambiando radicalmente de tema… ¿Has oído hablar sobre la creatina? Seguro que sí, últimamente se habla bastante de ella. Si te dijera que existen múltiples motivos para suplementar con creatina, aunque no seas atleta, ¿me creerías? Te animo a escuchar este episodio del podcast de Simon Hill.
📚 Lectura
Siete breves lecciones de física es un libro genial. Rovelli explica de forma sencilla conceptos que rompen cabezas. No entrarás en profundidad en ninguno de ellos, pero es una lectura muy amena, rápida y que, sin duda, fomenta la curiosidad por nuestro universo.